El 8M corre el riesgo de convertirse en una celebración como el Día de la Madre o el de la Guadalupana. Ese día la gente se une a favor de las mujeres, después se olvidan

Para muchos la madre es santa, bendita y digna de alabanzas, pero sólo el 10 de mayo, Día de la Madre. Ese día, algunos hasta le llevan mariachis o las invitan comer en algún restaurante. Otros obligan a la madre a que se encargue del festejo de su propia celebración. Pero pasado el 10 de mayo, la madre es olvidada, visitada ahí de vez en cuando, en otros casos hasta maltratada. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, muchos actores políticos, periodistas, gente de la farándula y hasta influencers, supuestamente se solidarizaron con la lucha de las mujeres. Para muchos bastó con colgarse de la frase de una feminista y compartirla en redes sociales.

Otros de su ronco pecho acudieron a los lugares comunes, esas frases que se repiten en las marchas y que pertenecen a ellas. ¡Qué fácil! ¡Qué bonito! Ponerse del lado de la mujer sólo el 8 de marzo, para después, olvidarnos de reivindicar sus derechos el resto del año. Algunos de estos son como los peregrinos que acuden el 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe.

Ese día llegan de rodillas al altar de la virgen, haciendo penitencia para después pasarse todo el año cometiendo sus fechorías. El 8 de marzo se conmemoran los logros y la lucha de las mujeres por revindicar sus derechos, se toma consciencia para que el resto del año respetemos esos derechos y los celebremos con ellas en todos los ámbitos de nuestra vida.