Sergio González Levet / En el equipo de campaña de la ingeniera Rocío Nahle García hay dos tipos de personajes: unos, los que no son veracruzanos y por eso no conocen el estado, sus detalles ni sus características esenciales, y otros, los que son veracruzanos y tampoco conocen la entidad.
Esa falta de conocimiento de la esencia jarocha los ha llevado a cometer errores garrafales que han ayudado a que Pepe Yunes crezca aún más en la preferencia ciudadana. En la precampaña quedó demostrado ampliamente, y hasta en la intercampaña los números del peroteño continúan al alza, del mismo modo que es incontenible la caída de la oriunda de Río Grande, Zac.
Y en el caso de los candidatos a las diputaciones federales, se nota claramente con quienes está la simpatía del pueblo.
Un repaso somero de los distritos ofrece un panorama desolador para los que han medrado a la sombra de la Cuarta Transformación y quieren seguirlo haciendo por otros seis años, o más.
En el distrito de la capital, Xalapa, Américo Zúñiga se está comiendo a la papita que representa la desconocida diputada local Ana Miriam Ferráez. El ex alcalde es un político todo terreno que conoce cara a cara a los habitantes de las colonias populares, los recovecos del centro urbano, los grupos empresariales, las agrupaciones ciudadanas, los colectivos juveniles. Américo sube, baja, platica, convence, mientras Ana Miriam… ummm… se queda en reunioncitas arregladas a modo, que no le producen un solo voto adicional.
Los dos distritos de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río están asegurados por el trabuco del panismo yunista, que lleva además a dos candidatas con gran presencia y mucho trabajo en las zonas más populosas: Marijose Gamboa y Verónica Pulido.
En Huatusco, el frente opositor lleva un abanderado ganador, Víctor Serralde Martínez, quien ya fue diputado y es un empresario exitoso. Morena, perdido en sus negociaciones internas, apenas pudo poner a la exalcaldesa de Paso del Macho, Blanca Estela Hernández, que llega impulsada por el destrozado Partido Verde.
Martínez de la Torre ya estaba ganado con la sola candidatura de José de la Torre Sánchez, pero además lleva de suplente al reconocido alcalde priista de Altotonga, Ignacio Morales Guevara.
Coatepec es el distrito de Pepe Yunes y su presencia imbatible le garantiza el triunfo a Abundio Morales Rosas sobre el exdelegado de Bienestar Adrián González Naveda.
Emiliano Zapata, que sería una plaza fuerte para el partido oficial, lleva en la coalición opositora a Perla Patricia Montiel Escobar, a quien se le facilitan las cosas porque Morena, el PT y el Verde van separados.
Y también la coalición Fuerza y Corazón por México arranca con ventaja en Orizaba, con Carla Canales; en Coatzacoalcos, con Martha Gabriela Fernández de León, que se la va a ganar doblada al impresentable Roberto Ramos Alor, y en Poza Rica, con Areli Bautista Pérez y contra la pésima administración municipal del Pulpo Remes.
Diez distritos casi ganados y otros en los que competirán fuerte, le dan al PAN, PRI y PRD la seguridad de que Cuitláhuac y Chío Nahle le van a quedar mal al Tlatoani con su Plan C.
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