Al Zócalo acudieron miles de acarreados y miles de chairos convencidos que todavía creen en las promesas de López Obrador. Una vez terminado el evento también circularon fotos de cómo habían dejado el Zócalo los chairos y acarreados de Claudia Sheinbaum. En serio, un chiquero se vería más limpio. Basura por todos lados, cáscaras de plátano, servilletas de los lonches que les dieron, cartones de jugo tetra pak; toneladas de basura que los trabajadores de limpia pública del gobierno de la Ciudad de México se ocuparon de retirar.
Señala la máxima bíblica: “Por sus frutos los reconoceréis”. Sólo que en este caso, podríamos decir que a los seguidores de la Sheinbaum “por su basura los reconoceréis”.