No nos hagamos tontos, la brujería, así sea blanca o negra, se ejerce con el propósito de buscar contacto con el demonio. Si el diablo existe o no, si hacen contacto con él o no, eso es otra cosa. Pero practicar brujería es buscar la aprobación del diablo. Pues así inició Manuel Huerta, candidato de Morena al Senado, su campaña electoral. La misma gente de prensa de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, mejor conocido como el “Manos Traviesas”, subió a redes sociales fotografías donde se ve al presunto depredador sexual en medio de brujos y hechiceros en Catemaco.
No, Manuel Huerta no fue a la catedral para encomendarse a la virgen o a Cristo, no acudió ante los mayordomos de Papantla para que le dieran el bastón de mando, el “Manos Traviesas” se fue a lo más efectivo para él, se fue a buscar la magia negra. Igual el señor sabe que encomendarse al mal le ha dado buenos resultados. Hace unos años Manuel Huerta fue acusado de ser un depredador sexual; acusado de violación.
En Libertad bajo Palabra publicamos unas fotos en donde queda constancia de su depredación. Manuel Huerta ponía las manos, de manera indebida, en el regazo de una jovencita cuando la entrevistaba en un hotel de Orizaba para un trabajo. Debemos suponer que, en esa ocasión, ante tanta denuncia y evidencia, “Manos Traviesas” Huerta buscó la ayuda de su protector en Catemaco y no sólo no le hicieron nada ni fue llevado a juicio, sino que hasta candidato al Senado de la República lo hicieron. Si le funcionó una vez, ¿por qué no dos veces?
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