El tema de la salud pública en México, que habrá de ser como la de Dinamarca, se ha convertido en una cruel broma. Desde que inició el sexenio de López Obrador la cantaleta de tener servicios públicos de primera, pasó de ser una promesa a convertirse en una burla. Constantemente el presidente prometía y prometía lo mismo.
El 21 de noviembre de 2023 en conferencia mañanera López Obrador le puso un plazo a su promesa: «Ya hice el compromiso, en marzo tenemos resuelto el problema de la salud pública. Vamos a tener funcionando el mejor sistema de salud pública del mundo. Aunque se burlen mis adversarios, los conservadores y sus voceros. Es un compromiso. Toda la Secretaría de Salud, todo el sector, estamos trabajando para eso. Para que la salud no sea un privilegio, un derecho del pueblo y gratuito. Que el que se enferme sepa que va a tener una cama, va a tener un médico, va a tener un especialista, le van a hacer los estudios, lo van a curar y no va a necesitar hipotecar su casa, andar pidiendo apoyos, préstamos para curarse. Ese es el ideal, lo vamos a convertir en realidad».
Pero cualquier persona que haya ido a un hospital público en México sabe que no hay servicios de salud de primera; en nada se parece el sistema de Salud de México al de Dinamarca. Este 1 de marzo se cumple el plazo que el mismo presidente se impuso. Pero como otras tantas promesas que hizo, por ejemplo la gasolina en Dos Bocas, esta promesa tampoco se habrá de cumplir.
Comentarios