Edgar Hernández* / Esta es la crónica de una victoria anunciada.
Por más que Morena y la zacatecana digan que las encuestas mienten, que el atarantado de Cuitláhuac García endilgue a la prensa victorias inexistentes “porque ya vieron los números que favorecen a la nuestra” y que los propagandistas morenos lancen petardos contra Pepe Yunes, imposible negar la realidad.
Hoy, justo el día de la protesta de Pepe como candidato de la alianza opositora la percepción, la opinión pública, la propia ciudadanía …y Palacio Nacional, no tienen la menor duda que Veracruz transita a la alternancia.
Y como dicen los clásicos:
¡Esto ya nadie lo para!
Bastó una imposición, la imposición de la zacatecana, el juego eliminatorio de la oposición que ofreció su mejor producto, Pepe Yunes, para que el pueblo “bendito” y el resto de la población decidiéramos.
Hoy en el grueso de la población no hay duda que el 2 de junio asoma como mero trámite.
Ya mismo, si hoy fueran las elecciones, no habría duda por quién votar. Habrá, sin embargo, que esperar las ocho semanas de campaña electoral para acudir a las urnas, en votación masiva, para impedir que los morenos se la roben.
No habrá elección de Estado alguna que impida la victoria opositora en tanto la gente salga a votar; no habrá dinero alguno que alcance para comprar el sufragio mientras la ciudadanía acuda con sus familias a las casillas y no habrá autoridad o grupo delincuencial alguno que ataje la decisión ciudadana si se mantiene la decisión de poner un hasta aquí a los saqueadores de Veracruz.
¿Esa es la fórmula?
No, es la única forma de impedir que Veracruz sea la sucursal de Zacatecas; que se imponga de nuevo un gobierno corrupto plagado de ineptitud y que persista el atraso económico, social y asistencial en un marco de inseguridad pública.
Veracruz habrá de regresar a la tranquilidad y paz social de la mano del desarrollo con un gobierno honesto comprometido con Pepe Yunes, una persona honesta que en modo alguno recuerda a don Fernando Gutiérrez Barrios, un gobernante de mano de hierro con guante de terciopelo.
En fin, hoy se escribe una de las páginas más importantes de Veracruz al quedar inscrito como candidato a la gubernatura Pepe Yunes en ceremonia tripartidista acompañado de la sociedad civil y la gente que hace muchos años no se veía tan desbordada, tan llena de ánimo, tan deseosa de aferrarse de una esperanza.
Antes de cien días solo quedará para el recuerdo la presencia de una horda delincuencial que habrá de pagar con cárcel todas las rapacerías cometidas en tan solo seis años, que pareciera fueron cien por la destrucción acometida.
Con el nuevo gobierno el mazo de la justicia habrá de caer sobre esa banda delincuencial que ya no ríe ni se burla tanto al ver el avance opositor.
En Veracruz, tal como adelanta el futuro gobernador Pepe Yunes, habrá de brillar de nuevo el sol y la gente volverá a sonreír.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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