Los veracruzanos saben que uno de los gobernadores más corruptos que ha tenido el estado de Veracruz, ha sido el nefasto Javier Duarte. No por algo ha pasado varios años en el fresco bote. Su gobierno lleno de corruptelas fue una pesada loza, que el peroteño Pepe Yunes, tuvo que cargar en la elección a gobernador en el 2018. En ese año, el tabasqueño Andrés López Obrador, supo de manera muy inteligente, manejar a su favor el descontento que habían generado los gobiernos panistas, sobre todo priistas. Ese fenómeno, fue conocido como el “efecto Peje”.
Un oleaje de votación que finalmente benefició a un ingeniero electromecánico, que se disfrazaba de payaso. Hoy Pepe Yunes se da cuenta que la historia es cíclica y, que debe de cosechar a su favor, el enorme descontento, que ha dejado por su paso el gobierno errático de Cuitláhuac García.
Si algo tiene a su favor, en esta ocasión Pepe Yunes, es que supo que, las cosas que se amarran en el cielo, no se desatan en la tierra, y efectivamente, el peroteño supo amarrar alianzas estratégicas, con los actores más importantes, como son los Yunes del estero y con los cuadros más importantes del PAN y del PRD. Hoy sin lugar a dudas, Pepe Yunes, tiene todo a su favor, para ser Gobernador de Veracruz.
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