La mujer de la que no han revelado su identidad se percató que afuera de su domicilio estaba un oso con una cartulina y un globo en forma de corazón en las manos. El lindo detalle tuvo efecto pues la mujer salió de su casa para recibirlo. En ese momento otro agente llegó y la detuvieron. En el domicilio estaba otra mujer a la que identificaron como la hija de la narcomenudista que también trabaja en lo mismo.
Los agentes encontraron varias bolsas con droga en el interior del domicilio y en el perímetro. Tras la detención de las narcomenudistas nadie esperó que al momento en que la presentaban ante los medios de comunicación una de las detenidas comenzara a llorar. En ese momento el agente vestido de osito la abrazó tiernamente y hasta le dio unas palmaditas en la espalda.