En la Ciudad de México, donde por 5 años gobernó Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la presidencia de México, la crisis de agua se ha agravado. Y se agravó porque la entonces jefa de Gobierno no hizo caso a los llamados a tiempo; tampoco hizo nada para evitar que el crimen organizado se apropiara de algunas fuentes de agua, como los pozos de Tlalpan e Iztapalapa. Reporta el periódico La Prensa: «El combate al crimen organizado que se roba el agua y la distribuye ilegalmente se ha extendido incluso al Estado de México, en donde el gobierno de la Ciudad de México invirtió en un programa de mejoras de la infraestructura hidráulica, y a Michoacán, en donde extensas zonas de riego eran controladas por grupos como La Familia Michoacana que vende el agua de riego a los agricultores».
De acuerdo con este medio, los huachicoleros del agua se roban hasta el 50 por ciento del agua de la CDMX: «De acuerdo con los datos del Sacmex, en 2019 los cálculos que se tenían es que al menos 50 por ciento del caudal del agua en la Ciudad de México se lo robaron, no se cobraba, no se registraba o todo junto al mismo tiempo. Actualmente con el combate a los grupos locales de criminales este factor al cierre del año pasado era de 25 por ciento».
Por supuesto, ahora que el problema es demasiado grave, tratan de combatir a estos grupos que acaparan el agua. Grupos que ya se han aliado con las comunidades que viven cerca de esos pozos.
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