The Economist, uno de los medios informativos más prestigiosos de Gran Bretaña, reporta la preocupación del presidente López Obrador por las acusaciones de corrupción. Reporta The Economist: “El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado durante mucho tiempo la corrupción. Pero el 30 de enero, un consorcio de medios de comunicación informó que en 2006 su equipo de campaña había aceptado 2 millones de dólares de bandas de narcotraficantes a cambio de favores. Los informes, basados en información de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), no muestran que el presidente supiera lo que estaba pasando. Pero un colaborador cercano sí lo hizo, alegan”.
Debido a los reportajes de Tim Golden y de Anabel Hernández, el hashtag #NarcoPresidenteAMLO sigue siendo tendencia en “X”. Sobre los hijos de López Obrador anota The Economist: “Un artículo reciente en un sitio de noticias local alegaba que el tercer hijo de López Obrador, Gonzalo López Beltrán, dirigía una red que cobraba de más a los contratistas que suministraban materiales para el Tren Maya, un tren turístico que es uno de los proyectos favoritos de su padre. En 2022, se reveló que su hijo mayor, José Ramón, vivía en un apartamento de lujo en Houston conectado con un contratista de Pemex, la petrolera estatal. López Obrador y su familia han negado haber actuado mal en todos estos casos”.
Estos problemas deben tener al presidente completamente preocupado, estresado. La baja de defensas que el estrés provoca se le han somatizado en un orzuelo en el ojo, una infección que el presidente llama “tutupiche”.
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