Antes que nada, debemos aclarar, por si alguna mente obtusa y curiosa le da por leer este artículo. No estamos en contra de la comunidad gay, respetamos a la comunidad no sólo porque tenemos buenos amigos ahí, sino porque sabemos de las valiosas aportaciones que han hecho a la sociedad. Sin embargo, como periodistas sí debemos denunciar a dos tipos de personas. Aquellos que, no siendo homosexuales, se hacen pasar por homosexuales para embaucar a políticos como Esteban Ramírez Zepeta, quien de los recursos del pueblo los trata como si de príncipes se tratara. Ya hemos relatado en esta columna dos de las relaciones de Ramírez Zepeta, líder estatal de Morena. La primera con Noé, un vecino de la zona de Homex, colonia más allá de Campo de Tiro en Xalapa.
Al jovencito lo sacó de la pobreza, le compró su Ford Fiesta del año y lo metió a trabajar a gobierno. Después reportamos como sacó de “mileróticos” a Fernando Vázquez, quien se ofertaba como prostituto-scort. A Fernando lo colocó en el OPLE, como representante sustituto de Morena. Ahora, gracias a Claudia Guerrero nos enteramos de Aldair Portugal. Dice la periodista, Premio Nacional de Periodismo: «Para ese mismo tiempo, aparece otro ‘ahijado’, apoyado incondicionalmente por el samaritano Esteban Ramírez Zepeta, de nombre Aldair Portugal, quien sacó su carrera en el Tecnológico de Veracruz, siendo de escasos recursos y de la noche a la mañana, paga uno de los mejores gimnasios de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
»Después el bondadoso “Zepeta” acercó a su protegido Aldair Portugal con un grupo de amigos y personas de alto nivel en el Puerto de Veracruz, donde este joven cambió de padrino, un conocido joven empresario, quien rápidamente se dio cuenta de las intenciones de este oportunista para escalar su vida económica a cualquier precio». Aldair Portugal, un muchacho guapo, quien tiene el mismo tipo de scort de Fernando Vázquez, se ha convertido en la “manzana de la discordia”.
De acuerdo con lo expuesto en el reportaje de Claudia Guerrero, al joven se lo pelean Ramírez Zepeta y Juan Javier Gómez Cazarín, quien lo tiene refugiado en su departamento de la Ciudad de México, a todo lujo y pagado con los recursos del Congreso de Veracruz. En los tiempos de Javier Duarte criticamos la actitud de las “Reinis”, un grupo de mujeres que se hicieron de puestos de poder gracias a las complacencias sexuales con políticos de la época. En los tiempos de la 4T tendríamos que hablar de los “Princess”, sujetos que no siendo gays, se valen de las debilidades de los políticos para alcanzar puestos de autoridad.
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