La tibieza y sumisión de Sara Ladrón, como rectora de la UV, ante los gobiernos represores, fue evidente. Las manifestaciones universitarias que exigían a Javier Duarte que saldara la deuda que tenía con la UV no eran encabezadas por la rectora, sino por maestros, estudiantes y trabajadores de la UV.
La misma Sara en alguna ocasión le dio a entender a este periodista que tenía miedo de que la misma comunidad universitaria se fuera contra ella, por eso no participaba en esas manifestaciones. Al final fue obligada a participar. Pues esta mujer, sumisa, abyecta y tibia, puede ser la propuesta del PRD para el senado por el estado de Veracruz. ¡No inventen!