Todavía no presentaba sus reformas el presidente López Obrador, cuando el SNTE ya se había empinado para aplaudir las reformas presidenciales, sobre todo aquellas que tienen que ver con materia salarial, pensiones y jubilaciones. Es cierto, y nadie puede negar que los maestros necesitan se recategorizados, sobre todo, que se necesitan ajustar sus sistemas pensionarios. Sin embargo, el eufórico secretario general Alfonso Cepeda Salas y los Integrantes de los Órganos Nacionales de Gobierno Sindical y los 61 secretarios genera les seccionales deberían de mostrar más mesura y analizar, si las propuestas son serias, o son simplemente escaramuzas electorales del señor presidente.
Es cierto que, para Alfonso Cepeda salas es una oportunidad más para demostrar su abyección y convenenciera lealtad al presidente. Sin embargo, debería ser más honesto con la base sindical.
El mismo Cepeda Salas sabe que estas reformas presidenciales, incluidas aquellas que tienen que ver con el magisterio, deben ser discutidas primero con la base, no solo con aquellos incondicionales, que a todo dicen que sí. De modo que, su apoyo a las reformas presidenciales, solo es una estrategia de grilla barata. Al menos muchos maestros los ven así.
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