Salvador Muñoz / A como van las cosas en Morena, todo indica que las famosas Encuestas ya se enredaron o mejor dicho: en Morena ya se les hizo engrudo las bolas.
El postergar a cada rato el resultado de este ejercicio democrático en Morena, deja en claro (o en turbio) algunas cosas: o bien, no se tiene un liderazgo claro que ponga orden en los diferentes suspirantes a los cargos a disputar (curules federales y estatales), o los encargados de tal tarea, no saben llevar a la mesa las encuestas para empezar la cicatrización de los que quedaron en el camino.
Ahora, si Morena pretende llevar hasta el último minuto los resultados de las encuestas para evitar que haya espacio para un Chapulineo, es decir, dar a conocer a “los buenos” y “buenas” para las curules de San Lázaro el próximo trece de febrero, sólo expondría inocencia…
Inocencia de pensar que hacerlo al Cuarto para las 12, no habrá oportunidad para que el perdedor busque espacio en otro partido y el “capital político” no emigre a otras fuerzas.
Mientras, lo único que se genera, es ruido… y apuestas!
Por ejemplo, en el boleto por el Senado que está pendiente, el de las mujeres, hay quienes suponen que el fiel de la balanza para sacar a la candidata está en el Presidente… aunque otros suponen que está en la candidata a la Presidencia… o en una de ésas, en la candidata a la Gubernatura… pero menos en el Gobernador.
Hubo tiempos en que las candidaturas al Senado eran otorgadas al Presidente en aras de que éste pagar facturas o protegiera la situación económica del amigo o la amiga por un periodo, en este caso de seis años. El PRI supo darle buen uso a esta facultad cuando ganaban de todas, todas; ahora se tiene que conformar con apostar a entregar las “Pluris” ya no a la intelectualidad del partido, sino a la “lealtad” al dirigente en turno.
Hoy, con la designación de esta candidatura en Morena, se verá el nuevo quehacer de la política y el peso de cada elemento que esté en torno a la ungida…
Por ejemplo, si en el remoto caso de que Dorheny García Cayetano fuera la buena, se diría que Cuitláhuac García todavía se encuentre en estado de gracia ante AMLO… pero siendo sinceros, no la creemos, aunque tampoco quisimos ser omisos.
En caso de que Claudia Tello fuera la elegida, se diría que la candidata a la Gubernatura tiene peso político y se dejó en sus manos esa decisión… O habrá quien se aventure a creer que hasta Claudia Sheinbaum tuvo intervención en ello…
Y en caso de que Mónica Robles diera el salto, sería evidente que la decisión fue tomada desde Palacio Nacional directamente…
¿Y las encuestas? ¡Exacto! Morena, en aras de jugar a la democracia interna, apuesta a este proceso que es claro (o turbio, como quiera verlo) está lejos de ser la solución a la hora de tomar decisiones en pro del Movimiento.
Al menos hasta donde se ve, en cuestión de designar candidatos, el PRI sigue demostrando que el Dedazo sigue siendo efectivo en un alto porcentaje, donde la mayor apuesta se hace a la Institucionalidad de sus militantes antes que a la Democracia… y el PAN parece que ya lo está aprendiendo…
Así que los Morenos tendrán que esperar, si es que es cierta la especie, hasta el trece de febrero para ver si los resultados de esas encuestas les da para celebrar el Día del Amor, o de plano, para tiznarlos en Miércoles de Ceniza…
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