«Me preocupa lo de Estados Unidos porque eso tiene que ver con una descomposición cultural que no se padece en México», expresó el presidente López Obrador. Lo que es un hecho, es que el presidente se niega aceptar una realidad que desde hace mucho rebaso los esfuerzos del gobierno federal, no reconoce que, en muchas comunidades como en el Edomex, los propios comuneros se tienen que defender con sus propios recursos.
No acepta que en Guerrero es un pueblo sin ley. Eso mencionar los ajustes de cuenta en estados que componen el triángulo dorado del narcotráfico. Ni hablar, ahora entendemos porque al mandamás de la 4T, no le gustan los periodistas críticos.