En las últimas semanas la candidata de Morena al gobierno de Veracruz, la zacatecana Rocío Nahle ha dado muestra de que ella es una “extranjera” en estas tierras. Ni siquiera sabe cuantos municipios tiene el estado que quiere gobernar; bueno, hasta a José Azueta lo revivió para hacerlo alcalde de un municipio. Pero los mayores lastres que la zacatecana tiene es que la corrupción que inundó Dos Bocas, refinería que sigue sin producir gasolina, ya salió a flote. El otro gran lastre es Cuitláhuac García, sino el peor gobernador que ha tenido Veracruz, sí el más estulto. Es por ello que en Morena están preocupados por la campaña de la Nahle.
Mario Maldonado, columnista de El Universal reporta: «Los centros de análisis de Morena y coaliciones políticas empiezan a percatarse de que la elección podría no responder a los parámetros de la lógica. Por ejemplo, ni la oposición tiene asegurados estados como Guanajuato, Jalisco o Yucatán, ni Morena puede cantar victoria en todas sus plazas, principalmente en Morelos y Veracruz. Este último caso, el del territorio veracruzano, es el que quita el sueño a los operadores de Morena. En los círculos más cercanos a Morena comienza a hablarse de que Rocío Nahle no es la mejor candidata y que el gobernador actual, Cuitláhuac García, más que ser un apoyo se ha convertido en un lastre. Aunque la exsecretaria de Energía presume haber sumado a su campaña a un puñado de alcaldes de la oposición, reportes que llegan a las oficinas de Morena detallan que esto no representa una adhesión de sus estructuras; en general porque estas las controla la familia Yunes. El estado representaba ya una preocupación para Morena por las excentricidades de su mandatario; las persecuciones políticas hacia la jueza Angélica Sánchez y hacia José Manuel del Río —operador del senador Ricardo Monreal— tuvieron resonancia a nivel nacional».
La zacatecana Nahle, concluye Mario Maldonado, está desesperada. La gente cercana a ella lo confirma; a la señora no la calienta ni el sol.
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