Cuando el presidente López Obrador fue a Villahermosa a prometer un malecón de inmediato señaló a quien se iba a encargar de la obra. Así, sin licitación, directamente por dedazo la obra fue otorgada a Alejandro Castro Jiménez Labora, uno de los mejores amigos de Andy López Beltrán. Hasta el momento se han erogado mil 500 millones de pesos de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu), que dirige Román Meyer Falcón, otro de los amigos cercanos de Andy, hijo de Lorenzo Meyer, un intelectual venido a menos, actual porrista de la 4T. El problema con esa obra que se entregó a un amigo de Andy es que, a pesar de que no ha sido entregada, ya colapsó en algunos tramos.
Señala el periódico El Universal: «La mala calidad de los materiales utilizados por las empresas ganadoras de las licitaciones originó que el colchaconcreto que se colocó en los márgenes del río Grijalva para la obra integral del malecón se cayera y no aguantara ni la entrega. Luis Antonio Cabrera, delegado local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), fue el primero en señalar como responsable a la Sedatu, dependencia que encabeza Román Meyer Falcón, afirmando que su construcción fue inadecuada. ‘Estamos haciendo nosotros las primeras revisiones técnicas de campo y de medición de capacidad del suelo para entender por qué colapsó; sin embargo y sin mucho análisis, con el puro criterio y experiencia de los técnicos que tiene la Conagua, creemos que es un sistema inadecuado que generó el colapso, o sea que está mal construido, podemos decir’, apuntó Luis Antonio Cabrera».
¿Y ahora qué sigue? Pues que los amigos de Andy van a pedir más dinero para reparar lo que colapsó, a pesar de que la culpa fue de ellos, por la mala calidad de los materiales y por el pésimo trabajo que han realizado.
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