Después de esas 5 horas les avisaron que por fallas en la línea el tren cancelaba su recorrido. A los pasajeros los llevaron de nuevo al aeropuerto de Cancún, donde les prometieron que les reembolsarían su pasaje; ¡faltaba más! Pero ahí los dejaron, sin tomar en cuenta que muchos de ellos habían viajado desde otras poblaciones a Cancún para viajar en el Tren Maya a Palenque.
Nadie les dio opción de transporte, nadie los llevó siquiera a una terminal donde pudieran transbordar a Palenque en autobús. Ahí los dejaron en el aeropuerto de Cancún, arrumbados, como si eso solucionara el problema. Desde hace semanas advertimos que el Tren Maya se enfilaba a ser otro de los grandes fracasos que sepultarán la presidencia de López Obrador.