El influyentismo y nepotismo es ya parte inherente del primer piso de la Cuarta Transformación. Imagine usted un segundo piso de la 4T, con estos vicios, influyentismo y nepotismo aumentados. Además del tráfico de influencias que operan los hijos del presidente, están los cargos otorgados a familiares en las muchas dependencias federales. Tal es el caso de Lenia Batres, la “ministra de la vecindad del Chavo”, quien tiene en nomina federal a su hijo Emiliano Batres Guadarrama como jefe de departamento.
El detalle es que el joven Emiliano ni siquiera ha cumplido con el requisito de tener una licenciatura completa, pues en su declaración patrimonial anota que no ha terminado la carrera de Derecho en la universidad Humanitas.
Emiliano Batres Guadarrrama cobra 29 mil 753 pesos mensuales como jefe de departamento de servicios generales del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). Esto es lo que lo que Claudia Sheinbaum busca que se perpetue, busca que se duplique con un segundo piso, los privilegios que ellos tienen sin merecerlos.
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