Cómo iba a reconocer el presidente López Obrador que en México hay trata de blancas, cómo iba a reconocer que miles de extranjeras son víctimas del crimen organizado. Sobre el caso de las 8 colombianas que habían sido reportadas como desaparecidas, asunto que requirió la atención del consulado de Colombia en México, el presidente minimizó el asunto y en su mañanera declaró: «Empezaron a tener actividades recreativas, de amistad; hablan ellas de que fueron invitadas a fiestas y se les vio como secuestradas, de que estaban detenidas. Se hizo una búsqueda, se les encontró que eso es lo que más celebramos, están bien».
Una de las jóvenes que se daba como desaparecida fue la que declaró que “El Jaguar”, Saulo David Sánchez Zetina, fue quien las contrató para amenizar una fiesta para miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación. De hecho, la joven que logró comunicarse con sus amigas, otras escorts en Villahermosa, dijo: «Les quitaron los celulares, que porque acá hubo un problema entre jefes». Ella aseguró que no las iban a liberar a menos que se entregara “El Jaguar”.
Por supuesto, había que grabar a una de las jóvenes colombianas para que dijera que todo estaba bien, que no estaban desaparecidas, menos secuestradas, que la fiscalía de Tabasco las había tratado bien y que la llamada de auxilio que hizo, la hizo porque estaba borracha. Como ven, para el presidente en México no hay trata de blancas, sólo extranjeras en actividades recreativas.
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