Una buena revolcada le dieron a Salma Luevano, quien no aceptó las disculpas de Gabriel Quadri quien la llamó un “hombre vestido de mujer”, pero sí aceptó las del presidente quien la llamó “señor vestido de mujer”. La diputada trans quedó descalificada como voz de la lucha por el respeto y la dignidad de la comunidad trans. Como podría representarlas una mujer que se dejó llamar “señor vestido de mujer” sin exigir respeto. Ahora la diputada trans trata de rescatar los restos del naufragio. Salma Luevano sale ahora con que a pesar de las disculpas por los comentarios que la ofendieron y lastimaron, los de Morena ni caso le hacen.
Dice la diputada trans: «Presidente, hasta el momento no he tenido comunicación por parte del vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas ni de nadie de su oficina para reunirnos. Estoy segura que el gobierno que usted encabeza, esta cuarta transformación de la que me siento orgullosa de pertenecer, no es un gobierno que me cierra las puertas, se las cierre a la diversidad o que nos ignore».
No entiende la diputrans que a ellas sólo las utilizan para mentar madres, para ponerlas en el frente a la hora de los madrazos, para justificar la famosa diversidad sexual. Para Morena y el presidente esos entes políticos siempre serán “señores vestidos de mujer”. ¿No lo entiende señora diputada?
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