En dicha reunión participaron varios sacerdotes de los que no se han aportado mayor información. En el reporte de la policía señalan que el párroco organizó una orgía en donde contrataron a un servidor sexual. En la reunión, el párroco le dio una droga al sexoservidor y minutos después el sujeto presentó un fuerte cuadro de intoxicación. Ante lo sucedido dieron parte al equipo de emergencia, sin embargo, señalan que el párroco no permitió que lo sacaran del lugar por temor a que todo lo sucedido se divulgara.
El párroco intentó ocultar lo que había ocurrido con el sexoservidor, sin embargo, todo salió a la luz pública. Desde el momento en que sucedió el sacerdote escapó de la residencia parroquial e intentó ocultarse en Turquía. El 11 de enero la policía de Polonia informó que el párroco podría enfrentar una condena de 8 años en prisión si es hallado culpable.
