El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció durante su quinto informe de gobierno presentado en Campeche, que la refinería de Dos Bocas, producirá a finales del 2023, un promedio de 290 mil barriles diarios de gasolinas. Ya estamos en el primer mes del 2024 y semejante mamotreto no ha podido refinar ni un solo litro de crudo.
Aun recordamos el sábado 23 de septiembre, cuando Roció Nahle, salió con una botella llena de nafta, a presumir que Dos Bocas ya estaba produciendo. Lo cierto es que, aunque la primera fase de la planta fue inaugurada en julio de 2022, la refinería de Dos Bocas es un espectro que arrastra el fracaso de una mujer que no pudo cumplir con el paquete. Es un fantasma que perseguirá a Roció Nahle, sobre todo, ahora que está buscando ser la gobernadora de los veracruzanos.
Puede usted imaginar por un momento, a la de Rio Grande, Zacatecas, en un debate, dando explicaciones de porque esta refinería les saldrá a los mexicanos, cerca de los 18,000 millones de dólares.
Lo cierto es que, Roció Nahle tiene tres factores en contra, para ser gobernadora de Veracruz. Primero, viene arrastrando el lastre y desastre que deja el inexperto gobernador, Cuitláhuac García, en segundo lugar, le ha pesado mucho que no es oriunda de Veracruz, y, por último, el fantasma de Dos Bocas. De modo que no hay que ser adivino, para ver que, a Roció Nahle se le avecina una dolorosa derrota.
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