Edgar Hernández* / Atropellada por la circunstancia política de un pretendido socialismo trasnochado contrario al ser libertario del veracruzano, Rocío Nahle inicia su precampaña por la gubernatura desde el único municipio que conoce, Coatzacoalcos.
Con 22 puntos que dice tener arriba de Pepe Yunes, una oriundez -es de Zacatecas- que no se puede quitar por más que se talle y una bien ganada fama de corrupta arranca acompañada de una turbamulta de acarreados.
Rocío Nahle, la de mecha corta, recibe un partido hecho añicos por las tribus y sin poder librarse de su otrora aliado, Eric Cisneros, el Bola #8, quien desde la oscuridad sigue operando en su contra.
Inicia cargando una pesada losa que le da no haber cumplido con “Dos Bocas”, una refinería que luego de 450 mil millones de pesos -20% de ellos en moches entregados al marido- no arroja un litro de gasolina luego de año y medio de ser inaugurada.
Y ese desconocimiento de la geografía veracruzana la mata.
La zacatecana solo conoce 1 de 212 municipios.
Solo uno, Coatzacoalcos, donde se avecindo de manera obligada por razones de trabajo, pero que en los últimos cinco años, del 2018 para acá, se alejó tras ocupar el cargo de Secretaria de Energía y responsable de Dos Bocas.
Nahle apenas conocerá el Veracruz de las tres culturas, el de las tres entidades en una en uno, la tercera reserva natural en recursos naturales y proveedor de agua a la república, llevando el mensaje de que el futuro para nuestra tierra será mejor con el continuismo.
Vaya receta.
Todo en el marco de un inusitado crecimiento de su opositor, Pepe Yunes, quien con mano firme llama a los veracruzanos a no permitir más saqueo y corrupción; no más ineptitud ni abandono por cumplir caprichos de López Obrador y regresar la seguridad pública a esta tierra hoy en manos de siete cárteles.
Podrán asegurar las encuestas de Morena que su gallina va a la cabeza, confiarse en la compra de cierta prensa con ofertas millonarias, adelantar que todo está listo para una elección de Estado, que 12 mil brigadas morenas recorren los 212 municipios y que su principal porrista y promotor es Cuitláhuac García, pero imposible cambiar la voluntad ciudadana.
También en Coatzacoalcos en esta víspera se espera la visita de Pepe Yunes donde es querido y reconocido por las millonarias obras de infraestructura llevadas al malecón y vialidad porteña llevadas por él a su paso por el Senado de la república.
Será una bienvenida ciudadana, sin acarreos, espectaculares ni propagada pagada.
Veracruz será el escenario de la llamada madre de todas las batallas de enero a mayo. Será el escenario donde todo está listo donde la chairiza desatará una guerra son cuartel contra de Pepe Yunes.
Este para fortuna de los más cuenta con el apoyo de un centenar de asociaciones civiles, de enclaves de poder político y grupos de interés agrario, pesquero campesino, así como organismos sindicales de trabajadores.
Es un respaldo que avalan además los partidos políticos -PAN-PRI-PRD-, las candidaturas legislativas locales y federales y los sectores obrero, campesino y popular, así como organismos como la Fundación Colosio que en la sumatoria arrojan casi un millón de votos adicionales a los que obtuvo Morena en Veracruz en las elecciones de 2018 y 2021.
Universidades y colegios estatales, así como asociaciones de abogados, empresarios, patrones y de la industria de la transformación también apoyan a Pepe.
Y, lo más importante, el “Efecto Xóchitl” que habrá de acompañarlo en todo el recorrido hasta el 2 de junio próximo.
¿Suficiente?
Tal vez sí, tal vez no.
Morena, desde Palacio Nacional, va por el robo de la elección a sabiendas que una derrota inclinaría la balanza en contra de Claudia Sheimbaun quien sería atropellada por la cuarta reserva electoral de casi 2.5 millones de votos.
En el voto ciudadano está la clave para que Veracruz sea de los veracruzanos y no de una zacatecana.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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