Pero a pesar de ser un atractivo por sus ruinas arqueológicas, es demasiado trayecto para recorrerlo en tren. Además, según se ve en el recorrido que hiciéramos, ese tramo tardará al menos 2 o 3 años para estar completado, si es que se completa, pues lo más seguro es que, cuando llegue una mente más sensata, se abandone el proyecto. Pero para la gente de la 4T el Tren Maya es como el viaje del hombre a la Luna. Eso mismo piensa Claudia Sheinbaum quien ahora dice que su sueño es regresar el tren México-Guadalajara. Es decir, otro proyecto que se perfila, inútil.
López Obrador piensa a lo grande, la refinería de Dos Bocas, la Megafarmacia, el Tren Maya, el AIFA. Pero el caso es que ninguno de esos proyectos soluciona el problema para lo cual se diseñó. Ni Dos Bocas nos hará autosuficientes en gasolina, ni la megafarmacia soluciona el desabasto de medicinas, ni el Tren Maya será una opción de transporte en el sureste mexicano, ni el AIFA solucionó los problemas de saturación del Aeropuerto Internacional de la CDMX.