Causan ternura aquellos bisoños que festejan que el súper peso rompa la barrera de las 16 unidades, si en realidad, no significa alguna mejora para los hogares mexicanos. Los datos que ayer publicó el INEGI lo confirman.
Tan solo en el rubro de servicios, el incremento a tasa anual fue de 5.40 por ciento frente a un incremento de 5.22 por ciento que se produjo en la misma quincena de un año atrás. Mientras que la inflación general sí bajó notablemente de un año a otro, no pasó lo mismo con los precios de los servicios.
Y es aquí, donde los mexicanos deben preocuparse. De entrada, los alimentos tuvieron un alza a tasa anual de 5.5 por ciento, también por arriba del índice general, pero, además, igualmente superaron el dato de la segunda quincena de noviembre, que fue de 5.29 por ciento.
Además, tampoco fue buena noticia el comportamiento de los precios de las frutas y verduras, cuyo incremento fue 7.85 por ciento cuando en la segunda quincena de noviembre habían subido 5.5 por ciento. Pero eso sí, el inquilino de palacio nacional dice que la economía del país va “requetebién”.
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