Atrás quedaron los tiempos en que Ana Guadalupe Ingram Vallines era coordinadora de radio en la campaña de entonces diputado Javier Duarte y cuando fue coordinadora juvenil en la campaña a gobernador de Fidel Herrera. También atrás quedaron los vestidos y carros alegóricos del chacotero carnaval jarocho. Los que saben de política jarocha recordaran que la exreina del carnaval más alegre del mundo, subió como la espuma de chocolate de rancho, de la mano del hoy recluso Javier Duarte, quien la hizo diputada por Veracruz Urbano y de ahí a la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso de Veracruz.
Sin pena ni gloria pasó por la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social federal en Veracruz y enfrentó acusaciones mediáticas por el uso de recursos en los programas relacionados con las estancias infantiles.
Poco después se convirtió en diputada federal por la vía plurinominal, ya que, si participaba a ras de piso, perdería de manera estrepitosa. Ese es el cartucho quemado, que hoy pretende ganarse el cariño de los morenos.
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