De nada sirvió la visita de Delfina Gómez a Texcapilla, municipio de Texcatitlán; de nada sirvió que desplegaran elementos de la Guardia Nacional en la zona. Quien gobierna ahí es el crimen organizado. Tan es así que, a pesar de las promesas de seguridad, La Familia Michoacana ha tomado rehenes, 8 personas, entre ellas a dos niñas. Reporta Carlos Loret de Mola en su columna de El Universal: «El cártel de La Familia Michoacana tomó al menos ocho rehenes en Texcaltitlán, Estado de México, y está pidiendo a cambio de su liberación, que les entreguen a cuatro personas a las que identifican como campesinos que dispararon contra ellos hartos de las extorsiones. Entre los rehenes en poder del cártel habría al menos dos niñas menores de edad, de 13 y 11 años, así como seis adultos (tres mujeres y tres hombres)».
Por supuesto, a pesar de que el presidente de México madruga para reunirse con su gabinete de Seguridad, lo que han hecho es guardar silencio. La información de Loret de Mola es que La Familia Michoacana quiere venganza y va sobre las personas que dispararon en contra de los extorsionadores.
Existen testimonios de personas que salieron de Texcapilla y fueron revisados en los retenes que el cártel puso en los caminos, sin que la autoridad los detectara. Dice Loret de Mola que ya son 5 días de rehenes y el presidente anda mostrando pañuelitos blancos de que en su gobierno no hay corrupción.
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