Alrededor de las 5 de la tarde del 2 de diciembre la policía del condado de Queens, Nueva York, recibió la llamada de una menor de 11 años informando que uno de sus primos estaba asesinando a sus familiares. Cuando la policía recibió la llamada inmediatamente ubicaron la vivienda y se trasladaron al lugar. Al llegar encontraron a una niña que lloraba en una banqueta fuera de la vivienda. También encontraron a un sujeto que salía del lugar con una maleta en las manos. Al ver a los agentes de la policía el sujeto ingresó a la vivienda e intentó incendiar el lugar. Sin embargo, los agentes lograron controlar el fuego y luego de varios minutos amagaron al sujeto.
El detenido era familiar de las víctimas que encontraron en el interior de la casa. Las víctimas fatales fueron 3, un niño de 12 años, una mujer de 44 años y un hombre de 30 años, todos ellos perdieron la vida a puñaladas. Mientras que la cuarta víctima fue trasladada a un hospital por lesiones provocadas con un cuchillo.
En su declaración el asesino dijo que les quitó la vida a sus familiares debido a que constantemente tenían problemas. Reveló que su intención era escapar a otro lugar, pero fue detenido por la policía. El caso generó espanto entre los vecinos, pues relataron que las víctimas eran buenas personas que no se metían con nadie.
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