Según Homero, si algún marino escuchaba el canto de las sirenas, este dejaría todo, con tal de estar cerca de estos seres mitológicos. El poder político es semejante al canto de las sirenas y si alguien lo duda, que le pregunte al gobernador de Nuevo León, quien el día de ayer, salió de palacio de gobierno con la cara desencajada, al verse obligado a ocupar nuevamente la silla de gobernador y dejar de lado su alocada carrera presidencial. Su mezquina ambición y su falta de oficio político lo ha llevado a un callejón sin salida, donde tendrá que reconocer que fue derrotado por 26 diputados de oposición.
El regiomontano sabe que su carrera política ha recibido un duro golpe que tendrá que asimilar con mucha inteligencia. Desde luego que su derrota política, ha tenido fuertes repercusiones, al grado que la carrera presidencial se reducirá a dos candidatas fuertes, como son Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, la candidata o candidato de MC, ya no tendrá el empuje que traía Samuel García.
Desde luego que, no dude por un segundo, que el próximo lunes, el presidente López Obrador, saldrá con un discurso en contra del PRIAN. De eso puede usted estar seguro.
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