El trabajo sucio en las aguas negras hediondas de la política mexicana lo hace el regiomontano Samuel García. El presidente López Obrador tiene en el candidato Fosfo, Fosfo, un peón fiel que se enfrenta a los enemigos del ejecutivo federal. Realizar el trabajo sucio es un privilegio para el esposo de la influencer, Mariana Rodríguez, al menos eso queda de manifiesto cada vez que el regio repite el discurso de odio del primer mandatario contra el PRIAN.
Por esa razón, no extraña que el presidente haya salido en su conferencia mañanera, a defender a ultranza a un personaje inexperto, atrabancado y locuaz, que le agarró la palabra al amo y señor de la 4T, y que por su inexperiencia a puesto a Nuevo León a un grado de la ingobernabilidad.
Sin embargo, el precio que tendrá que pagar Samuel García no será barato, este tendrá que recibir el desprecio de muchos mexicanos que no lo bajan de esquirol y de ser el cloaquero del presidente.
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