Entrevistado por los medios informativos Jonathan declaró: «Tengo un esguince en el cuello grado 1, en la nariz solo fueron los golpes, no está rota (…) En ningún momento he pedido dinero, incluso daban mi nombre mal, no he abierto ninguna campaña y se ven algo así, pues no apoyen porque no soy yo». El padre de Patricio Pereyra, Carlos “el golpeador”, ya acudió a la empresa de seguridad donde labora Jonathan, tratando de llegar a un arreglo para que el joven retire la denuncia en contra de su hijo.
Pero el caso es que Jonathan no quiere llegar a un arreglo, sino que la justicia se encargue de poner en su lugar a la familia agresora. Por cierto, la universidad Anáhuac tomó la decisión de expulsar de manera definitiva a Patricio Pereyra. Esto apenas empieza, es hora de que esa familia disfuncional entienda que no pueden solventar sus frustraciones a golpes contra los demás.