Es vergonzoso que un país como México, sumido en la violencia provocada por el crimen organizado, siga permitiendo que sujetos, que se hacen llamar artistas, hagan apologías y loas a las “hazañas” criminales de los narcos. Uno de esos apologistas es Peso Pluma, quien se jactaba de ser amigo de Néstor Isidro Pérez, jefe de seguridad de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La periodista Anabel Hernández entrevistó al “Mini Lic.”, quien refirió que Peso Pluma tenía comunicación directa con el “Nini”: “Va, le toca, tienen comunicación, favores, como cualquier favor. Ya sea como que ‘préstame un auto’, ‘golpea a aquel’”. De hecho, algunas de las canciones de Peso Pluma refieren los escapes del “Nini”, quien se libró de ser atrapado cuando en los primeros meses del sexenio de López Obrador atraparon a Ovidio Guzmán.
En una de las rolas de Peso Pluma se hace referencia a ese escape: ¡La people anda activa allá en Culiacán /Quisieron apresar al joven que comanda la capital/ No se lo pudieron llevar / Los verdes andaban bien bravos de más / Me tuve que salir por atrás”. Por supuesto, se ve difícil que se le puedan imputar cargos a Peso Pluma, quien con esos corridos se ha vuelto cada vez más popular. Pero sí se puede hacer lo que los cabildos de algunos municipios han propuesto. Por ejemplo, en Tijuana está prohibido en os conciertos las canciones que hacen apología de la violencia, que exaltan la delincuencia y el crimen. Eso debería ser en todos los municipios de este país.
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