Dicen que «el muerto y el arrimado a los tres días apesta», tal vez ese dicho no se lo recordaron a Marcelo Ebrard cuando se sentó con Claudia Sheinbaum, para negociar su permanencia en Morena. Todo mundo se enteró por boca del excanciller, que había quedado asentado que sus seguidores tendrían lugares reservados para candidaturas y espacios dentro del partido. Sin embargo, más se tardó en decirlo, que la misma Claudia Sheinbaum saliera a desmentirlo.
Pero no solo ella, también Mario Delgado señaló que en Morena no hay corrientes y que tampoco hay cuotas, ya que esto afectaría al partido mismo. Por otro lado, Xóchitl Gálvez no perdió la oportunidad para decir: «Sí él quiere que lo maltraten, pues allá él».
Por cierto, se sabe que la panista mantuvo contactos con Ebrard para un acercamiento, sin embargo, fiel a su personalidad el excanciller siempre se mantuvo indeciso y titubeante. De modo que, al parecer, dentro de Morena, a Marcelo Ebrard ya le tomaron la medida.
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