Pero los acapulqueños están más molestos con el presidente López Obrador, y el presidente lo sabe, por eso, ha dicho que él no va a visitar a los acapulqueños. En su conferencia mañanera el cobarde presidente dijo: «Lo que quieren es el espectáculo, es que si voy a la Colonia Renacimiento, en Acapulco, me van a mandar a 10 o 20 provocadores con la televisión». Pues no que el pueblo bueno lo amaba.
El presidente dijo que, si sólo fuera Andrés Manuel, entonces podría contestar esos improperios, pero no es Andrés Manuel: «Soy el Presidente de México, tengo que cuidar la investidura presidencial, no soy Andrés Manuel, soy el Presidente y no puedo permitir que nadie me ninguneé, o sea, prestarme, caer en una provocación, eso es lo que quieren». En el rancho a ese tipo de personas les dicen “rajados”.