En Veracruz ya se sabe que por dedazo la candidata será la zacatecana Rocío Nahle. Se espera que muchos de los candidatos que hayan ganado la encuesta y que no sean designados como candidatos a gobernador, se les dé como premio de consolación la candidatura a una senaduría. Por supuesto, también se espera que muchos aspirantes se inconformen, y al ver que tienen el apoyo de la militancia en el estado, no permitirán que el comité nacional sea el gran elector.
El mismo senador de Morena, Alejandro Díaz-Durán ha declarado: “En Morena se viene un huracán categoría 5 por el proceso de las nueve encuestas para definir a los candidatos a gobernadores, ya que este método carece del valor de una elección primaria, no otorga legitimidad popular ni tampoco autoridad política, sumado a la falta de democracia en el interior del partido”. El analista José Antonio Crespo, entrevistado por El Universal señaló: “Sí va a haber rupturas, ya las hay, no sabemos qué tanto daño le van a hacer a Morena, depende de quién, depende de cómo”. Y en Veracruz, los que no alcancen candidatura para la gubernatura ni para la senaduría, ¿se quedarán con los brazos cruzados?