En la ciudad de Acapulco, Guerrero, miles de sus habitantes piden a gritos alimentos. En zonas marginadas sólo comen cocos. La ayuda apenas viene en camino y cuando se juntó una buena porción para entregar, se la roban. Resulta que una camioneta proveniente del Estado de México con muchos víveres volcó en la carretera federal México-Cuernavaca, a la altura de Huitzilac cuando de pronto habitantes de la zona aprovecharon para hacer la famosa rapiña.
Los «buitres» no dudaron en ir tras las provisiones para los afectados del Huracán Otis. En imágenes compartidas se nota cómo a dos manos tomaban todo lo que podían. El conductor y sus acompañantes no pudieron hacer nada para detenerlos.
Se presume que el automóvil donde iban los transportistas, se quedó sin frenos y ahí se derivó la volcadura. Autoridades llegaron al sitio, pero gran parte de lo recaudado lo habían saqueado. Se dice que los oportunistas no sabían para quiénes eran las despensas, pero aun así, estas formas hablan de la poca cultura que tenemos. ¡Muertos de hambre!
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