La renuncia de Arturo Zaldívar a su ministerio en la Suprema Corte es como aquel individuo que ya había dado evidencia de sus filias y finalmente sale del closet. Prueba de ello, es cuando se prestó al juego del presidente Andrés López Obrador para alargar su periodo al frente de la Suprema Corte de Justicia. Esa chicanada jurídica, violaba flagrantemente la Constitución, él lo sabía, y, sin embargo, como una ramera que se vende al mejor postor, solamente se puso “flojito y cooperando”.
Hoy después de hacer pública su querencia, Arturo Saldívar se pone la camiseta de la 4T, agarra fuerte su matraca y comienza a lanzar loas a favor de la exmandataria de la Ciudad de México. Lo cierto es que, Arturo Zaldívar antes de ser ministro y diera honra al poder judicial, siempre fue grillero, su pasión fue hacer transas, amarres y trastupijes con los amos del poder.
Hoy este personaje, se ha ganado un lugar lastimoso en la historia, por sus intereses mezquinos y su abyección al poder en turno. Por cierto los memes ingeniosos no se han hecho esperar.
Comentarios