Resulta muy difícil entender el discurso oficial que maneja el presidente López Obrador sobre la corrupción. Se recordará que el ejecutivo federal despareció de un plumazo el fideicomiso para desastres, porque este era una cueva de ladrones que lucraban con la desgracia de mexicanos en situaciones de desastres.
Dese luego que nadie niega que en gran parte el presidente tenía razón, prueba de ello era, José María Tapia Franco, quien fue director del Fonden durante el gobierno de Peña Nieto, y que mientras Guerrero sufría los embates de los huracanes, el corrupto funcionario hacia apuestas en Las Vegas hasta por 20 mil dólares.
Pues resulta que este señor aspira a convertirse en el candidato de la coalición Morena-Verde-PT a la alcaldía de Querétaro en 2024. Eso es lo que no entienden miles de mexicanos, como es posible que este señor no este tras las rejas, si existen pruebas de que hizo un negocio multimillonario con la Sedena durante la pandemia de Covid, por cierto, nunca cumplió con los contratos. Pero no dude usted que se esté mochando y pagando eventos para la consentida del presidente. Así se las gastan en la 4T.
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