Armando Ortiz / El Fondo de Desastres Naturales, Fonden, era un fideicomiso del gobierno federal, se utilizaba como “un instrumento financiero, dentro del Sistema Nacional de Protección Civil, del que salían los recursos para enfrentar emergencias que no se podían presupuestar porque eran consecuencia de los efectos de la naturaleza”. Sin embargo, el gobierno del presidente López Obrador, ávido de agenciarse dinero de todas partes para sus programas sociales, canceló en 2020 ese fideicomiso. Una vez que nos enteramos de la tragedia ocurrida en Acapulco por causa del huracán Otis, todos volteamos a ver al presidente para preguntarle por el Fonden. Los legisladores de Morena ya salieron a defender a su presidente, quien tiene una vocación de desaparecer fideicomisos. Ahora son ellos los que dicen que no se debe lucrar políticamente con la tragedia humana. Lo dicen cuando los legisladores de Morena, siguiendo órdenes de su presidente desaparecieron en 2020 el fideicomiso del Fonden. Lo desaparecieron como ahora están desapareciendo 13 fideicomisos del Poder Judicial. Cierto, en el presupuesto ha una partida para seguros catastróficos. Sólo que habría que preguntar si alguien contrató un seguro para el desastre ocurrido en Acapulco.
Y el inútil presidente quiere llegar por carretera a Acapulco. Se queda varado por horas y no pudo ir a tomarse la foto en el lugar de la tragedia
Creyó que como es el presidente de México las piedras de los derrumbes en la Autopista del Sol se iban a retirar solas para darle paso. López Obrador quiso presumir de austeridad, porque teniendo helicópteros del Ejercito y la Marina a sus órdenes, prefirió subirse a su SUV para llegar a Acapulco y ver con sus propios ojos el desastre ocurrido en la ciudad; desastre en los tiempos sin Fonden. Pero el presidente López Obrador no pudo llegar por carretera, porque los derrumbes en diferentes puntos de la Autopista del Sol se lo impidieron. Aquí se puede ver lo poco previsorios que son en la Presidencia. Videos que circulan en las redes sociales muestran a un presidente impotente, desorientado, arriba de su camioneta negra. Abajó está todo su gabinete de Seguridad, la secretaria de Seguridad, el secretario de la Defensa, el de Marina, todos ellos informándole apenas al presidente que por tierra no va a poder llegar a Acapulco a lucrar con la tragedia. Lo que quería el presidente es aquello que tanto ha reprobado, ir a tomarse la foto con los que sufrieron el desastre ocasionado por el huracán Otis. Por supuesto, los acapulqueños, más que la presencia del presidente, preferirían que hubiera recursos disponibles del Fondo de Desastres Naturales. ¿Pero qué creen acapulqueños? López Obrador ya los destinó para el Tren Maya o para Dos Bocas, donde la Rocío Nahle ya se los entregó a sus parientes y amigos.
Ante la tragedia en Acapulco por Otis la solidaridad y la miseria humana se hacen presentes. Se reportan saqueos en Acapulco
En medio de la tragedia los mexicanos suelen mostrar su rostro solidario, ese rostro humano que da esperanza y que brinda auxilio a aquellos que sufren, aquellos que requieren de ayuda. Eso lo vimos en 1985, durante el sismo del 19 de septiembre y se repitió en el sismo de 2017 en el mismo día, ambos en la Ciudad de México. Sin embargo, cuando unos muestran ese rostro humano y solidario, no faltan aquellos que ante la tragedia prefieren sacar su rostro de miseria humana. Desde muy temprano, en este miércoles 25 de octubre, cuando los acapulqueños se dieron cuenta de la magnitud del desastre, algunas personas aprovecharon para dirigirse a la Costera Miguel Alemán, donde se encuentran los hoteles de lujo, las plazas comerciales y los negocios exclusivos. Pues hasta allá llegó la miseria humana, ya que en lugar de buscar a quién auxiliar, esas personas miserables buscaron qué se podían robar. Reportes de N+ muestran como las personas entran a las tiendas, que tienen las entradas de los negocios destruidas, y se llevan lo que encuentran. Por supuesto, no son personas que buscan alimentos o medicinas para los heridos, son personas que se llevan autopartes de autos, ropa y artículos de marca, aparatos electrónicos.
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