En esa ocasión, el “cordero” López Obrador dijo: “Ofrezco a ustedes señoras señores magistrados, así como al resto del Poder Judicial, a los legisladores y a todos los integrantes de las entidades autónomas del estado, que no habré de entrometerme de manera alguna en las resoluciones que únicamente a ustedes competen. En el nuevo gobierno el presidente de la república no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes. Ninguna autoridad encargada de impartir justicia será objeto de presiones ni de peticiones ilegítimas cuando esté trabajando en el análisis elaboración o ejecución de sus dictámenes y habrá absoluto respeto por sus veredictos. El ejecutivo no será más el poder de los poderes”.
En el fango quedaron esas palabras del presidente después de que se diera cuenta de que el Poder Judicial no se iba a someter a sus caprichos. Por ello, la palabra del presidente no vale nada, vale menos que una moneda de tres centavos. ¿Cómo es que la gente no se da cuenta de ello?
“Yo soy la garantía de que no se les va a tocar absolutamente nada de su sueldo y sus prestaciones”
“Soy un hombre de palabra”
Aquí un video de ese hombre de palabra. pic.twitter.com/zf70rPh6t5
— Sociedad Civil México (@SocCivilMx) October 19, 2023