Obvio que el empate frente a la selección alemana genera fantasía entre la fanaticada azteca, pero de eso a creer que somos una potencia en el futbol está muy lejos de ser una verdad absoluta. Y es que el tricolor se encuentra a años luz de distancia de siquiera acercarse a ser bueno jugando a la pelota. El proyecto de Jaime Lozano es aceptable, aunque no excelente. Tiene unos meses que empezó y desde ya la prensa amarillista pone a nuestros seleccionados entre los mejores del mundo.
Sebastián Córdoba, atacante que participó en el juego ante los teutones, declaró tras finalizada la contienda que ya nos podemos sentar donde están todos los grandes. “Esto es lo que tenemos que mostrar, meternos la idea que somos también potencia. Pienso que cuando jugamos contra este tipo de selecciones demostramos que podemos”, aseguró el atacante de Tigres al término del partido en Philadelphia, en los Estados Unidos.
Motivarse entre ellos es lo correcto, pero inflarse de una manera tan drástica no, solo genera situaciones adversas. Cuando nos ha tocado demostrar lo que valemos ante naciones excelentes nos humillan y nos convertimos en vergüenza internacional, pero de eso solo pocos hablan. Como dice el refrán: “Antes de correr, primero hay que saber caminar”.
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