Claudia Guerrero Martínez / Excelente crítica realizada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas, Arturo Nahle García, quien puntualizó en una colaboración al medio de comunicación Triple Erre la desaparición de los 13 fideicomisos y aseguró violentar la autonomía del Poder Judicial Federal, en un artículo de su autoría donde expone las pésimas decisiones del presidente de México Andrés Manuel López Obrador y el Ejecutivo muestra una clara venganza al recortarle su presupuesto y querer controlar al Poder Judicial.
Debemos recordar que Arturo Nahle ha sido congruente al defender a Jesús Murillo Karam cuando fue detenido y vinculado al caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Y en su artículo expone: “Cuando uno de los poderes quiere controlar o debilitar a los otros, cuando no hay respeto entre ellos, se atenta contra la República, contra la democracia y contra el Estado de Derecho. Se falta al juramento de cumplir y hacer valer la Constitución y las leyes que de ella emanan. Pues eso está pasando en México, el Ejecutivo -respaldado por su mayoría en el Congreso- pretende debilitar al Poder Judicial en represalia, por no decir venganza, por diversas resoluciones que no han sido de su agrado. Se le debilita al denostarlo y al confiscarle sus recursos, eso no es propio de un estadista, mucho menos de un juarista”.
Interesante, que mientras Arturo Nahle defienda el Estado de Derecho, su hermana Norma Rocío Nahle García apoya y obedece todas las ocurrencias de un presidente loco y vengativo. La liga para leer la nota en: http://tripleerre.com/2023/10/18/arturo-nahle-los-embates-al-poder-judicial/?fbclid=IwAR0BPjKtnYEtaWeJe3i7OF2ETRRf1lzjmj9pX5X44F11k0xv6NXTyEp4_y0
Universidad Leininger, en Xalapa, es señalada por acoso escolar
Preocupante la denuncia ciudadana hecha llegar a nuestra redacción, señalando a una universidad privada de Xalapa y de recién creación, señalada por acoso estudiantil, con comportamiento repetitivo agresivo, que puede ser físico, verbal y psicológico en contra de estudiantes. En la misma carta, puntualizan los estudios sobre el acoso escolar que ha sido investigado y medido en diversos estudios sobre subgrupos específicos de diferentes edades y contextos según autores como Adams y Lawrence, en su obra publicada en el 2011 y estas investigaciones han dejado fuera el ámbito universitario, a pesar de que éste determina en buena parte los estilos de convivencia que son fundamentales para el individuo que se está formando profesionalmente. Y comentan: “Es probable que la conducta hostil en el contexto universitario desencadene conflictos en la convivencia que impidan el desarrollo académico y profesional de los estudiantes”.
Con base a lo expuesto, señalan a la Escuela de Enfermería y Obstetricia Universidad Leininger, ubicada en Magnolia 47, en la Colonia Venustiano Carranza, en Xalapa y la que se asegura existir excelencia académica, con aulas equipadas, buenos docentes y dedicados a sus labores con muy buen personal. Sin embargo, nunca falta la excepción y en este caso su directora, la profesora Jessica Esperanza Álvarez Huerta se ha distinguido por ser una persona sin valores, ni ética profesional, pues maltrata a los alumnos de manera emocional, psicológica y profesionalmente, incluso en algunos casos también existen abusos físicos como jalones, empujones y/o apretones.
En la misma acusación pregunta: ¿Esto está permitido?
Ante esto, abundan: “Los alumnos no denuncian, ni hacen nada por las amenazas constantes y el sometimiento que tienen de la directora, ya que no acepta sus errores, ella sólo tiene la razón y existen sus reglas, así como no pueden platicar con ella de ningún tema, ni solucionar alguna situación o inconformidad por parte de los alumnos, porque tienen mucho miedo de ser exhibidos ante la comunidad estudiantil, sean señalados y sobre todo, que tome represalias”.
Y puntualizan: “Todos tienen que hacer lo que ella quiere, como quiere, a donde quiere y a la hora que quiere”, aseguran.
Una pena la existencia de una universidad con gente trabajadora, docentes preparados, alumnos exitosos, sobresalientes y dedicados, pero en este caso la directora eche a perder el trabajo y el buen funcionamiento de la institución.
Además, no existe trato digno por parte de la profesora Jessica, ya que es ofensiva y prepotente, cuando algo no le agrada o está en desacuerdo dice “sino están de acuerdo a lo que yo digo, la puerta está muy grande y abierta para que se vayan” o “tú no te ves como enfermera Leininger”, pretendiendo ser esta persona la que decide quién estudia dentro de este plantel y quién no. Los docentes tampoco dicen nada y no son capaces de defender a los alumnos porque también están sometidos y amenazados.
Y la carta va más allá: “La directora Jessica comenta que la exigencia hacia los alumnos es porque en la enfermería es muy demandante y cansada, está bien que sea exigente porque se enfrentarán a otra realidad terminando sus estudios, pero no por eso tiene que abusar de su autoridad y gritarle a los alumnos que “están en esa escuela porque no pasaron un examen de admisión en una universidad de gobierno” y si no les gusta “ya saben lo que tienen que hacer “y que ella se encargará de que algunos no sean enferm@s Leininger. Varios alumnos se han dado de baja por la situación vivida en esta universidad”.
Lo lamentable de esto es que la mencionada directora ya ha tenido problemas por su mal carácter en otras instituciones en donde ha fungido como directora. Pero ¿cuál es la sanción ante estos hechos y por qué no hay denuncias o quejas ante la Secretaría de Educación de Veracruz?
Las inconformidades hacia esta directora se extienden a través de los pasillos y los salones de clases de manera informal, ya que muchos de los alumnos se sienten amedrentados para no perder la carrera y esto origina una situación económica difícil dentro de sus familias, lo anterior debido a que muchos de ellos hacen un gran esfuerzo para continuar con sus estudios y el hecho de verse retrasados en este rubro merma su situación familiar, económica y emocional, no sólo de ellos, sino de sus familias, por lo que debido a las amenazas no se atreven a externar esta situación hasta haber concluido sus estudios.
Si la directora del plantel Jessica Esperanza Álvarez Huerta no tiene valores, educación, ética profesional y la capacidad de trato hacia las personas como docentes, alumnos, personal administrativo y de limpieza, sin ser capaz de aceptar sus errores, injusticias y equivocaciones, así como comprometerse realmente a cambiar, entonces le piden su renuncia inmediata a la dirección de este plantel.