El presidente Andrés Manuel López Obrador nunca se imaginó la rápida respuesta de los trabajadores del Poder Judicial, ante la escalada contra los 13 fideicomisos que pretenden arrebatarles. Si el ejecutivo federal pensó que la base trabajadora se iba a quedar con los brazos cruzados, sencillamente calculó mal. Las imágenes de trabajadores indignados, comienza a calar en la sociedad mexicana.
Sin embargo, de la parte oficial solo han recibido escarnio y burla, resulta que el presidente aseguró que no le preocupa que los trabajadores del Poder Judicial amaguen con irse a huelga, porque eso va a significar no van a dejar libres a delincuentes de “cuello blanco” ni de la “delincuencia organizada”.
«Ahora que dicen: no vamos a trabajar, habrá huelga, no crean que a mí me preocupa mucho porque esto va a significar que no van a dejar libres a delincuentes, ni de la delincuencia organizada ni de cuello blanco», expresó. Lo que el ejecutivo federal, no quiere entender, es que esta protesta puede crecer como una gran bola de nieve que pase a traer a su protegida, y le reste simpatías para el 2024. Por lo pronto, los trabajadores del poder judicial se van a huelga hasta el 24 de octubre.
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