Desde luego que, Roció Nahle sabe que la refinería de Dos Bocas, será su talón de Aquiles durante su peregrinar para convertirse en la sucesora de uno de los perores gobernadores que ha tenido el Estado de Veracruz, como lo es Cuitláhuac García, un personaje andrógino, carente de los tamaños para gobernar a más de 8 millones de habitantes.
La zacatecana tendrá que explicar, porque Dos Bocas, que según costaría ocho mil millones de dólares, llegó a costar el doble, 16 mil millones de dólares”. Por cierto, al inicio del sexenio, el gobierno planteó que para 2022 esta refinería procesaría 340 mil barriles de crudo al día, para obtener 170 mil barriles de gasolina y 120 mil de diésel. Hoy, un año después, Dos Bocas no ha refinado ni una gota de crudo.
O a poco piensa que los mexicanos se fueron con la finta, y le creyeron su teatro de que ya está funcionando y refinando crudo. Si ya de por sí, sus contrincantes morenistas le recuerdan el lugar donde nació, tenga por seguro, que el tema de la refinería, podría ser una verdadera piedra de molino, sobre el cuello de la zacatecana. Eso sin contar, la imagen de soberbia que proyecta, cada vez que habla.
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