Hace unos días dieron a conocer el caso de una menor de 12 años que cayó en un coma inducido luego de presentar problemas respiratorios a consecuencia de la inhalación de cigarrillos electrónicos. Sara Griffin, originaria del Reino Unido, comenzó a inhalar vaper desde los 9 años sin que sus padres supieran lo que ocurría. En septiembre del presente año la niña presentó un fuerte cuadro de tos que no se detuvo hasta que sus padres acudieron a un hospital. En el nosocomio informaron que su problema era de gravedad, pues detectaron que uno de sus pulmones ya no funcionaba. La menor resultó con un pulmón afectado de tanto consumir vaper.
A pesar que los doctores indicaron que su salud ya no sería la misma con el paso de los días ha presentado mejorías. El caso de Sara Griffin, generó una profunda reflexión sobre la importancia del cuidado que hay que tener en los menores. A un mes de haber sido diagnosticada con colapso pulmonar Sara emitió un mensaje dirigido a los jóvenes adictos al vaper.
En el texto escribió: «Nunca empieces a vapear, solo te detienes cuando básicamente tienes que hacerlo, cuando se trata de una situación de vida o muerte», anotó. Al mismo tiempo Mary Griffin, la madre de Sara escribió un mensaje en sus redes sociales donde dijo: «La gente te abre los ojos, porque esto está sucediendo en todas partes, y posiblemente también a tu hijo. No importa lo que pienses, a la gente le gusta pensar que sus hijos no están haciendo estas cosas, pero la realidad es muy, muy diferente».
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