La Nueva Escuela Mexicana no es la llave mágica, como creen en la 4T

Es un hecho que, a la juventud mexicana egresada de las escuelas de nuestro país, les cuesta mucho incorporarse a un trabajo. En algunos casos, por la baja calidad de su educación, pero a otros, porque la economía se encuentra estancada, y este fenómeno no permite, generar los espacios suficientes para los miles de jóvenes egresados.

Ante esta realidad, y el fallido intento de aplicar un modelo educativo en el que se asumía al profesor como el culpable de las deficiencias, con contenidos irrelevantes para la educación, se hizo necesario emprender la reforma de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en los artículos 3°. 31 y 73.

Ahora con la ideología de la 4T, se intenta resolver la crisis educativa con la Nueva Escuela Mexicana. Está será responsable de la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes y su objetivo será promover el aprendizaje significativo, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo del trayecto de su formación.

Sin embargo, es necesario primero, cubrir las necesidades básicas a de los alumnos. Un niño con hambre y frio, prefiere buscar primero satisfacer sus necesidades y luego asistir a la escuela.