Señala el periodista Raymundo Riva Palacio que, ante las presiones del gobierno de los Estados Unidos por el tema del tráfico de fentanilo, tanto el presidente López Obrador como los “Chapitos” del Cártel de Sinaloa, recularon y tuvieron que doblar las manos: “López Obrador y Los Chapitos dejaron de comer lumbre y, en acciones que coincidieron en el tiempo y espacio, dieron unos pasos para atrás. Cuánto les durará, es un cálculo incierto. Lo que sí es verificable en los hechos es que las operaciones militares en Culiacán se intensificaron en las últimas semanas y el Presidente dejó de bravuconear con los estadounidenses. Pero las cosas no van a cambiar, y por razones electorales, de salud y de seguridad nacional, en Estados Unidos seguirán elevando la temperatura a la presión”.
Y es que entre los republicanos aumenta el apoyo para que se pida al gobierno intervenir militarmente en contra de los cárteles mexicanos al ver la pasividad del presiente López Obrador.
A propósito, el presidente de México, triunfalista y mentiroso, quiso hacer creer que el gobierno de Biden le puso una estrellita dorada en la frente, por su buen comportamiento: “Quedaron muy satisfechos y sorprendidos los funcionarios de Estados Unidos por el volumen de droga decomisada, por el número de laboratorios destruidos, por las detenciones, por la confiscación de armas. Esto lo expresó el mismo secretario Blinken. Llegó a decir que no tenían ninguna duda del trabajo que estaba haciendo el gobierno de México para combatir el fentanilo”. Lo cierto es que las presiones seguirán y la herencia que dejará a su sucesor será una carga trágica.
Comentarios