Comenzó tomando malas decisiones, como desaparecer de un plumazo el Aeropuerto de Texcoco, recortó recursos a la educación, desapareció las escuelas de tiempo completo, en salud eliminó el exitoso programa llamado Seguro Popular, y durante cinco años de gobierno, ha solapado la corrupción en Segalmex, Dos Bocas y ha hecho oídos sordos a las corruptelas de sus hermanos y familiares, especialmente ha guardado silencio cuando se trata de sus propios hijos.
Hoy, con un cinismo enorme se declara férreo defensor del ejército mexicano, olvidando por completo a las víctimas del 68 y de Ayotzinapa. Por esa razón, el juicio al presidente será severo, solo lo recordaran con benevolencia, aquellos que disfrutas de sus prebendas sociales.