Los medios que escribieron que Roció Nahle había arrasado con la cargada de delegados a su favor para colocarse como la primera en la lista como la favorita para ser la Coordinadora de Morena, que no es más que un eufemismo para decir que será la próxima candidata a gobernadora, inmediatamente guardaron silencio, cuando apareció el inefable Mario Delgado, para decir que el Comité Ejecutivo del partido, se reservaba el derecho de añadir otros candidatos, si este, considera que tenga n posibilidades de contar con arraigo popular.
De modo que los corifeos de Cuitláhuac García, se quedarán con las ganas de ver fuera de la contienda a Sergio Gutiérrez (Gutierritos) y al manos largas de Manuel Huerta.
Y es que, el tamal estatal que se hizo para ungir a la zacatecana y colocarla como una férrea maquina electoral, sencillamente se quedó en una sobrada imposición, que no terminó de cuajar.
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